Ojos al acecho
Fantasmas, sombras, pasos.
Espías en la cerradura.
Ojos al acecho;
y mi cabeza en llamas.
Días sin luna y sin sol.
Puertas bien cerradas.
Ellos se esconden tras las persianas.
Pasan de un lado a otro;
buscan como ver más.
Entonces las linternas;
que alumbran todo,
menos lo que se ve,
dibujan paisajes de luz
Piensan que ven y no entran.
Yo igual los espero;
preparado, agazapado,
asustado e inmóvil.
Empiezo a transpirar.
El corazón no está,
y no puedo buscarlo;
se que me vigilan.
Entonces, con la primera luz,
descanso en paz,
puedo dormirme,
olvidar que estoy despierto,
esperando la oscuridad,
Por hoy, estoy intacto,
y sigo adelante.
Otro día sin sangre y sin inocencia.
Reanudando caminos,
acá abajo o en lo alto.
Las puertas siguen cerradas.
Sigo viendo sin ver.
Sigo soñando este sueño
que pasa tan rápido
Que aún no se si es mi vida o mi muerte
Daniel Longo
0 Comments:
Post a Comment
<< Home